12
P-47-Trilce - P-47-Trilce | 2022
05
Tierra de La Libertad - Soil of La Libertad (Liberty) | 2013
Número 2 - Number 2

2.4 Un Héroe inmortal (documental) / An Immortal hero (documentary)

Un Héroe Inmortal. 29 minutos, 26 segundos, 2009.

An Immortal Hero. 29 minutes, 26 seconds, 2009./p>

NÚMERO 2

Germán Seminario no es Miguel Grau, pero se le parece.
Fernando Gutiérrez no es Superchaco pero se le parece.

Ni Germán ni Fernando han capitaneado navíos ni ganado combates, ninguno ha luchado contra mafias ni atrapados villanos: son sólo dos hombres interpretando a héroes. Pero en esta superposición los límites se pierden y es difícil precisar cuándo el personaje deja de serlo y sustituye a la persona, o cuándo el valor de ésta se justifica sólo en el triunfo de quién encarna. Ellos, como Robín, son los segundones, suplentes sentados en el banquillo de un partido de fútbol. Pero Sí se puede, dicen, y se levantan, se ponen el traje y levan ancla.

El viaje del héroe clásico se puede resumir así: partida, conflicto, superación de conflicto, redención, retorno. En su parodia, nuestros héroes nacionales partieron a Chile en busca del monitor Huáscar, navío que representa nuestras deudas y derrotas. El objetivo era que Germán Seminario, encarnando a Miguel Grau, entrara en él de manera triunfal y con ello recuperara simbólicamente lo que era suyo para hacerlo nuestro y consagrar así una victoria: la de Angamos, nuestra más significativa derrota. Pero el Huáscar, que no es nuestro sino de Chile, les negó la entrada. ¿Qué clase de retorno puede emprender un héroe al que la realidad se le ha impuesto y le ha negado su título?

Durante el camino de ida Fernando Gutiérrez fue enterrando pasados, el traje de Superchaco y el pelo largo que lo caracterizaban han quedado zanjados en el Alto de la Alianza, en Tacna, cerca de la frontera con Chile. Lo que fue aquí, ha dejado de serlo allá. ¿Qué retorno puede emprender un héroe que ha sepultado al héroe y ha cruzado la frontera?

Ambos hombres, despojados de todo título honorífico, emprenden el viaje de regreso sin glorias. La realidad se ha inmiscuido, ha confeccionado su propia historia y ha desestimado la de los narradores. Fuera quedan los bocetos y las intenciones. El giro que supone la iniciación en el viaje del héroe clásico es desbancado aquí por la coronación de la realidad como factor imperante, destronando al superhéroe y al artista, a quién sólo le queda someterse.

La historia ha reivindicado a los segundones y los ha colocado en el papel principal. Este es un viaje de reclamo, un ritual de reafirmación personal y nacional, un juego de espejos y dobles donde el segundón y el arquetipo no son sólo el hombre y el héroe sino también lo secular frente a lo sacralizado y lo anecdótico frente a lo histórico. La pregunta que se abre es acerca de las bases sobre las cuales hemos constituido a nuestros héroes, y de cómo ellos, a su vez y siguiendo el juego de espejos, nos construyen la imagen de nosotros mismos.

Maya Watanabe Landolt

NUMBER 2

Germán Seminario is not Miguel Grau, but he resembles him.
Fernando Gutierrez is not Superchaco, but he resembles him.

Neither German nor Fernando have captained ships or battles, neither have fought against mafias nor captured villains: they are two men portraying heroes. But in this overlap, the boundaries blur, and it is difficult to pinpoint when the character ceases to one and replaces the person, or when the worth of the individual is justified solely by the triumph of the one they embody. Like Robin, they are the second-string players, substitutes sitting on the bench of a football match. But “yes, we can,” they say, and they rise, put on their suits, and set sail.

The journey of the classic hero can be summarized as follows: departure, conflict, overcoming conflict, redemption, return. In their parody, our national heroes set off for Chile in search of Huascar monitor, a ship that represents our debts and defeats. The goal was for German Seminario embodying Miguel Grau, to enter it triumphantly and thereby symbolically regain what was rightfully his, making it ours and thus consecrating a victory: that of Angamos, our most significant defeat. But the Huascar, which is not ours but Chile’s denied them entry. What kind of return can a hero undertake when reality has imposed itself and denied him his title?

During the journey there, Fernando Gutierrez buried the past. The Superchaco suit and long hair that characterized him have been left behind at the Alto de la Alianza, in Tacna, near the Chilean border. What was here has ceased to exist there. What kind of return can a hero undertake who has buried the hero and crossed the border?

Both men, stripped of all honorary titles, embark on the journey back without glory. Reality has interfered, crafting its own story and dismissing that of the storytellers. The sketches and intentions are left behind. the twist that the initiation in the journey of classic hero entails is displaced here by the coronation of reality as the prevailing factor, dethroning the superhero and the artist, leaving them nothing but submission.

History has vindicated the second-string players and placed them in the lead role. this a journey of reclaiming, a ritual of personal and national reaffirmation, a game of mirrors and double where the understudy and the archetype are not just the man and the hero but also the secular versus the sacralized and the anecdotal versus the historical. The question that arises is about the foundations upon which we have built our heroes and how they, in turn, through the game of mirrors, construct the image of ourselves.

Maya Watanabe Landolt